Dicen que…
Preguntando se va a Roma (siempre que al que preguntes sepa dónde está Roma, claro)
Y en unas oposiciones pasa lo mismo…
Preguntado puedes CONSEGUIR TU PLAZA
(como le pasó a Antonio)
Te cuento rápido como dos personas normales (a base de preguntar, entre otras cosas) consiguieron su plaza.
Hace unos años tuve a un alumno de prácticas en el centro (Antonio).
Era bueno el cabrón.
Además de inteligente, trabajador y buena gente tenía otro don: hacía muchas preguntas.
Los meses que estuvo de práctica las preguntas eran referentes al alumnado, al funcionamiento del centro, a las familias, a la evaluación, a la metodología que estaba desarrollando… y esas cosas.
Me cayó bien. Se le veía un interés verdadero. Le cogí aprecio. Incluso los viernes nos tomábamos la cerveza juntos después del cole.
Antonio terminó, el verano se puso por medio y dejé de verlo.
Pero cuando empezó septiembre, recibí un mensaje suyo:
📨 -¿Te apetece un Café?
Y así empezó todo (las fechas que te muestro son aproximadas)
(día 10 de septiembre)
Nos dimos un abrazo, nos pusimos al día y ya casi terminando me dijo que se estaba preparando las oposiciones en una academia, pero que en esa primera toma de contacto algunas cosas no le habían quedado clara y…
…me preguntó.
Ese día me tenía que ir, así que quedamos en tomar otro café. Y a las 2 semanas me volvió a escribir:
📨 -“¿Café?”
(día 22 de septiembre)
Después del abrazo y lo típico de «cómo va todo y demás», le pregunté por sus oposiciones.
Me dijo que estaba contrariado. Que con tantas cosas que le decían en la academia, lo que veía en redes y demás… le iba a reventar la cabeza de tanta información.
Y, ¿sabes qué? Me empezó a preguntar para aclarar algunas cosas y saber encajar otras.
Antes de irnos me dio las gracias porque, según él, le había ayudado un montón.
Al final tuve que decirle, «quillo, esto vale más que un mes en la academia, paga por lo menos el café».
Me dijo que mucho más, y pagó el café con una condición: vernos dentro de 2 semanas de nuevo (ya te dije que era listo el cabrón).
(día 4 de octubre)
Se queja de que en la academia se pierde un tiempo precioso con los temas que él puede estudiar en su casa. «yo no necesito que me expliquen el tema, lo que necesito es memorizarlo» (me decía más o menos).
Le dije que las academias tienen su ritmo y sus tiempos. Y si quiere volar tendrá que hacerse con un temario que le permita avanzar a su ritmo. Entonces, después de terminar el café, nos acercamos a mi casa y le dejé el temario con el que me presenté en 2003 (por aquel entonces, el TEMARIO (singular) ni estaba, ni se le esperaba, ni yo ayudaba a nadie a preparar las oposiciones).
(día 21 de octubre)
Me comentó que le daba la sensación de que en la academia todos hacían lo mismo y parecían robots. Mismas plantillas para luego cambiar dos tonterías (pero que se notaba que todo era lo mismo).
Temía ser uno más (como los peinados de los adolescentes -eso me dijo literalmente y me eché a reír, jajajaja-).
Y ¿sabes qué? Me preguntó…
(día 8 de noviembre)
Me dijo que iba muy lento con la programación, que a ese ritmo la tendría abierta todo el año y él prefería cerrarla para no tener tantos frentes abiertos. Pero claro, no se sentía con la confianza necesaria como para avanzar en solitario…
Y comenzó a preguntarme. Aquel día vino preparado con libreta y bolígrafo, así que comenzó a tomar notas y anotar los puntos más importantes que le iba comentando.
Volvió a pagar el café con la misma condición.
(día 1 de diciembre)
Recuerdo este día porque venía que echaba humo. Había colapsado. Estaba elaborando una unidad didáctica (una situación de aprendizaje) y le habían dicho que metiera varios modelos pedagógicos, la evaluación formativa, la conexión curricular, y hoy podríamos añadir, los ODS, las medidas DUA…
Y claro, en esta ocasión traía las dudas incluso por escrito. Sacó su chuleta y el peloteo entre preguntas y respuestas fue épico, tremendo. Me gustó tanto que creo que aprendí yo más que él buscando la forma de que entendiera todo.
Aquel día lo recuerdo con una gran sensación de disfrute.
Él pagó el café, me dio las gracias y a los dos días me mandó un mensaje loco contento por que había salido del atasco que tenía.
Se metieron las navidades de por medio y después de reyes me escribió:
📨-¿Cáfe? ¿Puede venir un amigo?
📨-Café, ok. Amigo, ok. Mismo lugar a la misma hora el miércoles.
(día 9 de enero)
Antonio vino acompañado de Fabián (así lo llamaremos). Éste ya tenía experiencia y llevaba un par de años de interino. Ese año decidió no ir a ninguna academia (quedó un poco harto, eso me dijo)
Me comentó que Antonio le había hablado maravillas del «Café» y que además así compartían los gastos del café (jajajajaja ¡Ratas!).
Fabián me contó algo parecido a lo que Antonio:
- Que si tenía mucha información que no sabía encajar con claridad.
- Que a veces se pasaba tardes y tardes analizando y no avanzando.
- Que le daba la sensación de tener unos documentos estilo Frankenstein.
- Que no se veía capaz de defender la programación porque había cogido una de otro año y modificado 4 cosas.
- Que tenía la sensación de falso avance.
- Que cuando no tenía claro las cosas se entretenía con la primera mosca que pasara y no avanzaba.
- Que veía cosas por ahí que eran muy guay pero que no terminaban de cuadrar…
En fin.
Esas cosas que son normales cuando no terminas de ver las cosas claras.
Entonces me dijo que Antonio le había hablado tan bien del «Café» que aunque le supusiera la «pérdida» de 1 hora de estudio, él se lo iba a tomar como un café de estudio. Una hora de estudio más. Diferente al resto.
Me acuerdo que me dijo:
«Será difícil convencer a mi novia de que vengo al bar a estudiar, pero lo intentaré…» (y nos reímos los tres, jajajaja)
Y, bueno, para hacer la historia corta te diré que…
…Antonio consiguió ser de las mejores notas de su tribunal pero se quedó sin plaza (eso sí, trabajó con vacante al año siguiente)
Y Fabián consiguió su plaza.
Ojo.
No digo que estos fantásticos resultados fueran mérito exclusivo del «Café», pero según ellos les ayudó una brutalidad. Me dijeron que sin pretenderlo fui su mentor durante aquel tiempo.
Aún hoy en día (ambos con plaza) no se cansan de darme las gracias cada vez que me ven. Ya ha quedado en plan coña, ¿sabes? Pero las primeras veces se veía claro que les salía de dentro.
Bueno.
¿Y por qué te cuento esto?
Pues mira, porque gracias a aquella buena experiencia me lancé a ayudar a otros opositores (nunca me dediqué a preparar oposiciones. No me llamaba la atención. Prefería la formación continua para gente que ya pisaba patio. Pero estas dos personas me abrieron los ojos y me hicieron sentir que merecía la pena ayudar a esa gente que está un poco más perdida o que simplemente necesitan una pequeña orientación).
Y en honor a ellos y a aquella experiencia que tanto disfruté nace:
«El Café” de SÁCATELA»
O también conocido como:
«Mentoría de acompañamiento para opositores»
¿Y cuál es el objetivo de esta Mentoría-Café?
El objetivo es que te puedas aprovechar de toda mi experiencia como docente, como tribunal de oposiciones, como investigador y divulgador de buenas prácticas en E.F…. para despejar los nubarrones negros de dudas, para que puedas conectar puntos, para que tus documentos no sean del estilo Frankenstein (hechos a remiendos y pedazos sueltos), para que puedas avanzar a tu ritmo, para ir al grano con lo que te preocupa a ti…
Tengo mi plaza desde 2003, he sido tribunal durante años de oposiciones, me hice doctor pisando patio cada día, tengo plaza de asociado en la universidad pública Pablo de Olavide (Sevilla), fundé «El Valor de la E.F.» allá por 2009/10, publico en editoriales como INDE, en revistas científicas de alto impacto mundial, en congresos divulgando buenas prácticas educativas…
Ojo.
No te digo esto para que digas «ohhh», no.
Simplemente te lo digo para que veas que tengo una trayectoria de la cual puedes aprovecharte y sepas que voy a ayudarte con todo lo que esté en mi mano.
Nada de llegar al «Café» y tener que escuchar 2 horas de explicaciones aburridas, no. Seré yo el que te escuche a ti. Veré qué te inquieta. Qué te frena…
…y en base a ello, te diré por dónde tiraría si estuviera en tu lugar.
Repito, te diré exactamente qué haría si estuviera en tu lugar. Luego, con esa información tú puedes hacer lo que consideres, pero yo te diré, «yo haría…».
Ese es el trato.
- Si te pierdes, me preguntas.
- Si no quieres esperar a perderte, me preguntas.
- Si tienes dudas con uno u otro instrumento de evaluación, me preguntas.
- Si no sabes por qué modelo pedagógico decantarte en una situación de aprendizaje, me preguntas.
- Si no tienes claro cuál es la medida DUA del principio de representación que mejor se adecua a tu caso, me preguntas.
- Si no sabes qué porcentaje otorgar para calificar tu situación de aprendizaje, me preguntas.
- Si te has topado con un supuesto, lo resuelves, y quieres preguntarme qué me parece la resolución, me preguntas.
- Me preguntas.
- Me preguntas.
Y listo.
Así de fácil.
Yo disfruto porque he descubierto que responder esas preguntas es una de las cosas que más me gustan. Y, de paso, tú te beneficias de toda la experiencia que llevo a mis espaldas.
Tomamos un café y te ayudo en todo lo que pueda.
Nada de líos raros. Todo muy sencillo.
¿En qué consiste exactamente «El Café»?
Pues es bien sencillo, básicamente consiste en que tú y yo podamos tomar un café cada dos semanas y me puedas preguntar.
¿Será un café a solas como el que tomaba con Antonio?
No. Será mejor.
Será como cuando se incorporó Fabian, que sin quererlo o queriendo se retroalimentaban el uno al otro y preguntaban detalles que antes no salían a la palestra.
A esto se le conoce como inteligencia colectiva y tú vas a poder aprovecharte de eso.
Por esa razón, será un café grupal.
Y a cualquier pregunta te responderé sin filtros. Sin postureo. Sin querer quedar bien contigo ni con nadie. Tal y como hice con Antonio y Fabián. Te responderé mojándome. Y luego tú haces lo que consideres.
Lo que te quiero decir es que no me voy a andar por las ramas ni dándote rodeos ni explicaciones teóricas. Será como si le estuviera hablando a un buen amigo. Así. Tal cual.
Al final, es como poner un mentor a tu lado.
El Café es un servicio de acompañamiento grupal en el que cada 15 días nos juntamos por Zoom y tomamos un café.
Habrá 2 cafés al mes (más que suficiente).
- El primer café estará dirigido a dudas estratégicas que me hayan llegado a lo largo de ese tiempo.
- En el segundo café explicaré «cositas buenas y prácticas» que me parezcan relevantes (no más de 10 minutos) y luego podrás preguntarme lo que quieras de lo que necesites.
El funcionamiento es bastante sencillo. En primer lugar responderé a las preguntas que me lleguen. Y en segundo lugar atenderé a las preguntas en directo. Ese es el orden.
Al hacerlo así, como te he dicho, se genera una especie de inteligencia colectiva donde una idea te lleva a otra y lo que alguien comentó, de pronto, se transforma en algo sublime que podrás utilizar para ti.
Y otra cosa, que tampoco hay que obsesionarse con las preguntas de uno. ¿Por qué? Porque podrás ver las preguntas y respuestas de todos. Eso es una enorme ventaja. Todo quedará grabado por si no puedes asistir, de tal manera que puedes aprovecharte de esa inteligencia colectiva que se genera y te saldrán un montón de ideas. Pero un montón.
Esto hace del soporte en directo algo mucho más enriquecedor y profundo.
De este modo, podrás aprovecharte de ese rollo de comunidad sin tener que perder el tiempo.
¿Y qué precio tiene poder asistir al Café?
Cuando le comenté a Antonio la idea de sacar esto del Café para que tú te puedas “aprovechar” de mí le pregunté: «sinceramente ¿cuánto hubieras pagado tú?»
Y Antonio me dijo que mínimo 150€ al mes, es decir, 1.500€ un año, que era lo que pagaba en aquella época en su academia, porque según él, lo que le ayudó a comprender todo en profundidad fueron los cafés. Sin los cafés hubiera estado unos cuantos años más como opositor.
Entonces.
Tener acceso a toda la experiencia que he ido acumulando durante todos estos años (y poder beneficiarte de ella sin intermediarios) tiene un precio.
Si valoras que te puedas aprovechar de alguien que ha estado durante años en los tribunales por dentro, que lleva más de 15 años divulgando buenas prácticas, organizando congresos nacionales e internacionales, pisando patio más de 20 años, y estar a la vanguardia de (casi) todo lo que se mueve en el mundo de la E.F….
…el precio que me comentó Antonio por tener acceso a toda esa experiencia (para que te ayude en tu propósito de conseguir tu plaza) te parecerá una ganga.
Y estarías en lo cierto.
Pero el precio final son 65€/mes.
Además.
No tienes ningún compromiso de permanencia.
Si quieres entrar, es aquí:
El Café: mentoría de acompañamiento para opositores
65€/mes
Sin compromiso de permanencia. Cancelas cuando quieras.
Regalo:
Otro (Gran) detalle que debes conocer
En el primer Café, hablaré de una estructura de aprendizaje competencial que probablemente te encandile.
¿Por qué?
Verás.
Una de las cosas que se dicen mucho por ahí es que hay que implicar a los alumnos en su aprendizaje.
Ohhh, ¡qué bonito queda!.
Es una frase para enmarcar: «implica a los alumnos en su aprendizaje»
Ya, ya.
Eso dice el currículum.
Eso dicen los inspectores.
Los pedagogos…
Pero, ¿por qué nadie te dice cómo se hace eso?
Te diré algo en confianza:
No conozco a todos los tribunales del mundo, pero en todos los que he estado, el tribunal NO quiere escuchar eso de «voy a implicar a los alumnos en la creación de su aprendizaje y blablabla ñiñiñiñii blableblibloblu»
El tribunal (como cualquier persona con una frente, dos dedos y un cerebro) lo que quiere es que se lo demuestres.
Demuestres.
Y en ese demostrar ya empiezan a patinar muchos, a caerse muchos (quizás no lo sepan, pero es ahí donde muchos se quedan por el camino).
Lo he visto demasiadas veces.
El pensamiento de las personas que hacen de tribunal es algo parecido a esto:
«Otro que viene con el cuento que va a implicar al alumno, que va a usar la mejor metodología, que si la evaluación será así y asao… y como no se le agote el tiempo es capaz de resolver el conflicto entre Israel y Palestina en un par de minutos».
¿Me sigues? Pues eso.
Y te diré algo para que tengas cuidado.
Si consigues levantar y despertar ese pensamiento a una persona que te esté evaluando…
…es casi seguro que te tocará esperar otros 2 años para tener otra oportunidad.
730 días. O 17.520 horas.
Así que ojo con «voy a implicar al alumnado… blableblibloblu» y luego no demuestras nada.
Tienes que demostrar, joder.
Demuestra cómo.
Demuestra que sabes llevarlo a la práctica.
Demuestra que sabes de lo que hablas.
Demuestra que no eres un novato.
Demuestra que tienes una carrera universitaria a tus espaldas (o incluso un máster).
Tienes que demostrar eso.
Y puedo entender que (no lo sé) no hayas pisado patio nunca. Pero eso no te exime (repito, NO te exime) de conocer esos recursos prácticos que (de verdad) implican al alumnado en su aprendizaje.
Por eso las personas del tribunal (que son gente normal y corriente), en cuanto ven un ejemplo bien tirado de cómo implicar al alumno en su aprendizaje…
…sus dudas desaparecen.
Y ojo, que para implicar al alumnado no hace falta liar la mundial, ni utilizar la metodología más innovadora, ni la más disparatada del momento.
No.
Basta con hacer cosas sencillas.
Concretas.
Fáciles.
Manejables.
Cosas sencillas y que respeten que el alumno se sienta partícipe y tenga autonomía (uno de los pilares de la motivación intrínseca).
Ahora bien.
¿Cómo se consigue eso?
Un ejemplo de estructura de aprendizaje súper sencilla y que implica de lleno (y a bocajarro) al alumnado en su aprendizaje…
…es lo que verás en el primer Café como regalo.
No solo verás en qué consiste sino lo mejor es que te enseño a cómo poder aplicarlo tú mismo a prácticamente cualquier situación de aprendizaje.
He dicho a cualquiera.
¿Sabes del poder y la tranquilidad que te otorga tener esa información en tu mochila de recursos?
Pues por entrar al Café te lo llevas de regalo en estos momentos.
Resumiendo:
- Formación en directo (un café) cada 15 días.
- Al menos uno de esos café llevará implícita una lección potente de muy corta duración y muy práctica para que puedas utilizar en tus situaciones, programación o supuestos prácticos.
- Formación sobre estructura de aprendizaje concreta y que podrás aplicar a casi cualquier situación de aprendizaje.*
- Sin permanencia. Te das de baja desde tu propia área privada cuando quieras.
*este regalo no estará disponible siempre. Cualquier día vienes a mirar esta página y desapareció
Si quieres entrar y llevarte todo…
El Café: mentoría de acompañamiento para opositores
65€/mes
Sin compromiso de permanencia. Cancelas cuando quieras.
Preguntas que te puedes estar haciendo.
¿Hay permanencia?
En ningún caso, te das de baja cuando quieras desde tu área privada.
Entras, pruebas y si no te gusta te vas. Eso sí, ya no podrás volver a entrar más. ¿Por qué? Porque eso no es el cachondeo padre de entro cuando tengo una pregunta y salgo corriendo. Es una mentoría de acompañamiento y si no te gusta lo que encuentras dentro te vas y tan amigos. Respeto máximo. Pero eso de estar entrando y saliendo… no.
¿Cuándo se pasa el pago?
Es sencillo, si entras un día 12, por ejemplo, se carga el día 12 del mes (o año) siguiente. Lo mismo algún mes es día arriba o abajo por esto de que no todos los meses tienen los mismo días, pero vamos, como en todos los servicios que se pagan mes a mes.
¿Cuándo serán los Cafés?
Habrá un calendario y alternaremos los cafés los martes y miércoles.
Los martes a las 18:00 y los miércoles a las 18:00 (aunque este horario puede estar sujeto a algún cambio puntual).
De todas formas, todos los Café se subirán a tu área privada y se quedan ahí para que tú puedas entrar y escucharlos cuando quieras mientras seas socio, lógicamente.
¿Entonces cómo funcionan los directos (los Cafés)?
Los cafés en directo son tremendamente útil. No es una forma de hablar. Llegado el día a las 18:00 estaré en directo contigo, para responder dudas, dar ideas, estrategias educativas, plantear situaciones de aprendizaje, resolver supuestos etc.
Está muy bien organizado, no es un gallinero. Y si alguien no cumple las reglas, se le elimina, se le da de baja y tan amigos. Realmente es una formación y estamos ahí para tomar café, divertirnos, pero sobre todo para aprender y avanzar. Mucho.
Cuando hago estas formaciones, mucha gente se va con folios y folios de notas tomadas. En todo caso, si tu no puedes asistir no pasa nada, queda grabado en tu zona privada para que lo puedas ver.
¿En los Cafés se incluye la corrección personalizada de una programación o situación de aprendizaje?
No. Los Cafés no es un lugar donde se corrijan las cosas (el precio para hacer correcciones personalizadas y profundas y feedback personalizado no sería menor de 2500€/año).
Dicho esto, eso no quita que tú quieras compartir alguna parte de un documento y pedirme opinión. Una cosa no quita la otra. Lógicamente sin pasarse.
¿Tendré acceso a todas las grabaciones de los Cafés anteriores?
No. Lo que ocurra en los Cafés de este antro, se queda para los asistentes.
Tendrás acceso a las grabaciones de los Cafés correspondientes desde que entras, las intimidades que hayan podido contar otras personas se quedan entre nosotros.
Igualmente, cuando decidas marcharte, lo harás con la tranquilidad de que futuros integrantes no verán los entresijos de tu preparación.
¿Podré hablar contigo en los directos?
Las dudas se envían un par de días antes del Café, en el directo las respondo y tú puedes preguntarme lo que consideres, podrás utilizar el chat y atenderé todas las preguntas.
Igualmente, no quita de que en algún caso se requiera de más explicación y se active el micrófono.
¿Qué tipo de dudas respondes?
En realidad responderé cualquier duda relacionada con las oposiciones que te esté frenando, quitando el sueño, o generando incertidumbre… así que puedes preguntarme sobre evaluación, metodología, atención a la diversidad, currículo, calificación, saberes, estructuras de aprendizaje, modelos pedagógicos, cómo enfocar una situación de aprendizaje, etc.
Voy a poner muy pocos filtros y voy a descartar muy pocas preguntas, lo importante es que sean dudas que tengan un impacto real en tu preparación, mientras sea así vamos bien.
¿No es demasiado económico 65€?
Si te lo parece, seguramente estés en lo cierto. Y si no te lo parece, también.
¿Es para Primaria o Secundaria?
Ambas etapas.
¿Es para todas las comunidades?
Sí.
¿Cómo sé si es para mí o no?
Vuelve a leer la página desde el principio. Y si aún tienes dudas, es probable que no sea para ti.
¿Sacaré algo de TODOS los cafés, me serán todos de utilidad?
Es probable. Pero me gusta mirarlo más de este otro modo. Puede que haya dos o tres cafés que no te aporten mucho a ti, pero. Puede ocurrir que en un café concreto te de un chispazo y ese chispazo sea el que defiendas en tu exposición y termine dándote la plaza.
¿Hasta cuándo puedo comprar el acceso al Café?
Pues mira, de momento no tiene fecha de cierre. Pero oye, que en esta vida nada se sabe.
¿La formación sobre la estructura de aprendizaje para implicar al alumnado a bocajarro en su propio aprendizaje la recibiré?
Siempre que veas esta pregunta aquí sí. Pero pudiera ocurrir que cualquier día me de por quitar ese regalo (y esta pregunta).
Al fin y al cabo, es eso, un regalo.
¿Hay más ventajas?
Habrá más ventajas por estar dentro, pero no las voy a decir aquí porque si necesito decirte más cosas, es probable que ni a ti te interesa esta formación ni a mi me interesa que entres.
¿Puedo volver si me doy de baja?
No. Si te das de baja no puedes volver a darte de alta.
¿Cómo me puedo apuntar?
Tendrás que poner tu email, (ese será tu usuario) luego una contraseña (la puedes cambiar luego si quieres), tu nombre y tu tarjeta. Luego recibes un email y ya puedes entrar. Es fácil.
El Café: mentoría de acompañamiento para opositores
65€/mes
Sin compromiso de permanencia. Cancelas cuando quieras.