#442. Educar (a través del deporte) es enseñar a obedecer
Educar es enseñar a obedecer.
Pero también lo es enseñar a ser libres.
Ambas cosas.
Y en muchas ocasiones, se educa a través del deporte a obedecer, a ser sumisos.
Lo sé porque a mí me ha pasado.
He utilizado el deporte pensando que era ideal para educar y no, no era tan ideal. Y vamos a ver el por qué (y cómo solucionarlo).
El deporte como recurso educativo
A ver, nadie duda que el deporte puede ser un extraordinario recurso para educar. Da igual que sea un deporte tradicional, uno alternativo o uno marciano.
Esto que te cuento, es probable que ya lo sepas. No te estoy descubriendo nada. Absolutamente nada.
No importa si es jugger, que esgrima, que orientación, que atletismo, que cualquier otro deporte.
El deporte, en esencia, es una herramienta poderosa para conectar con nuestros alumnos y enseñarles mucho más que técnicas (propias de cada deporte) o reglas.
Pero.
Esa herramienta poderosa se puede utilizar para educar en la obediencia o en la libertad y el pensamiento crítico.
No sé cómo lo utilizas tú, pero mucha gente (tal vez sin ser consciente de ello y sin maldad) los utilizan para educar en…
- La obediencia.
- En el «sí, wuana».
- En la sumisión.
- …
Lo sé porque a mi me ha pasado.
¿El qué?
Pensar que estaba educando a través del deporte…
…y sí, estaba educando, pero en la sumisión, en el sí wuana, en el tú te callas y haz lo que yo te digo que verás como aprendes más rápido y mejor.
Porque total tú ya sabes cómo se hacen las cosas.
Y además, como no tienes mucho tiempo, quieres hacer todo rápido.
Imagina esto: estás en el patio, con tus alumnos, y quieres que aprendan un pase perfecto en voleibol. Les dices: «¡Venga, hacedlo así, como os digo, y rápido que no tenemos todo el día!». Ellos obedecen, claro, porque tú eres el profe, y al final parece que todo sale bien. Pero, ¿qué hemos enseñado? A menudo, sin darnos cuenta, acabamos educando en la obediencia ciega, en el «sí, profe, lo que tú digas». En el «tú te callas y hazlo como yo digo».
Y no me malinterpretes (o malinterprétame), querer que las cosas salgan bien y optimizar el tiempo en clase es totalmente válido.
Te honra como docente querer dar lo mejor. Pero, educativamente, este enfoque se queda corto.
Muy corto.
Ahora bien.
¿Existen formas de educar, a través del deporte, a pensar, a decidir, a ser empáticos, a tener un pensamiento propio y crítico…?
Por supuesto que sí.
Y son esos detalles los que marcan la diferencia educativamente hablando. Y total, tú no eres entrenador, eres educador por encima de todo. Al menos ese debería ser tu rol si estás dando clases de educación física, claro.
Enseñar deportes para formar personas libres
¿Cómo enseñamos los deportes en las clases de Educación Física?
Hay muchas formas de hacerlo, y no todas son iguales. Una opción es la que mencionábamos antes: dar órdenes, esperar que los alumnos las sigan al pie de la letra y convertirlos en pequeñas marionetas que repiten movimientos sin pensar demasiado.
De este modo lo que haces es educar a personas que quedan presos de ti, de tus instrucciones, de tus comentarios, y no solo eso, es que tú te conviertes en un pequeño dictador.
¿Quiere decir eso que no le puedes dar instrucciones a tus estudiantes?
No. Eso quiere decir que no TODO pueden ser instrucciones para que cumplan sin dejarles a ellos márgenes para que puedan actuar.
¿Y cómo se hace?
Imagina que estás enseñando balonmano. En lugar de decirles «tira así» o «corre hacia allá… les puedes enseñar a comprender el juego como si fuera una partida de ajedrez. Hacer que entiendan la táctica, las posiciones, las decisiones que toman los jugadores en la cancha. Que no solo ejecuten, sino que piensen: «¿Dónde está el hueco? ¿Cómo puedo ayudar a mi compañero?».
Esto, de forma simplificada, es lo que llamaríamos el modelo pedagógico comprensivo. Donde se busca no repetir movimientos, sino entender el porqué de cada acción.
De ese modo el alumnado (de forma autónoma) puede moverse con intención, con estrategia. El estudiante puede «leer» el partido y actuar en base a dicha lectura como si una partida de ajedrez fuera.
Otra idea que me encanta es la de hacer que el estudiante viva el deporte desde diferentes perspectivas.
Por ejemplo, ¿has probado a poner a tus alumnos en el rol de árbitro? No solo aprenden las reglas, sino que desarrollan empatía, porque se ponen en los zapatos de alguien que debe tomar decisiones bajo presión.
O, ¿qué tal si les dejas ser entrenadores por un día? Planificar estrategias, motivar al equipo, gestionar conflictos…
Esto es utilizar el deporte para EDUCAR con mayúsculas. Puedes hacerlo de forma anárquica o puedes utilizar el modelo pedagógico de educación deportiva para llevar a cabo este tipo de acciones educativas.
Personalmente te recomiendo el modelo.
Estos detalles son los que marcan la diferencia entre un entrenamiento deportivo al uso y una educación física que tiene el poder de transformar una sociedad (pasar de agente pasivo a activo).
A ver, tu objetivo no es crear máquinas de lanzar pelotas, sino personas que piensen y decidan. Personas que sepan colaborar, liderar, resolver problemas y, sobre todo, que sean libres para tomar sus propias decisiones.
Eso es educar a través del movimiento (en este caso, utilizando el deporte como recurso educativo).
ComunidEF como aliado para transformar tus clases
Todo lo que hemos hablado hoy –el modelo comprensivo, el enfoque de educación deportiva, la empatía, el pensamiento crítico– no es solo teoría.
Hay formas concretas de aplicarlo, y hay personas que lo aplican a sus clases con tremendos resultados. Eso es así. Ahora bien, también hay personas que siguen enseñando los deportes en educación física como si se tratara de una cuestión de obedecer y ser sumisos.
Bueno.
Dentro de la ComunidEF, que es una comunidad de profes de educación física que están comprometidos con enseñar a ser libres a sus estudiantes al tiempo que ellos ejercen de líder y no de dictador… hay algunas formaciones exclusivas como las que imparten dos referentes mundiales –y no exagero– en el modelo comprensivo y el modelo de educación deportiva. Estas formaciones no son un cursillo más. Son herramientas prácticas, probadas, que te enseñan paso a paso cómo hacer que tus alumnos no solo jueguen, sino que piensen, sientan y desarrollen ese pensamiento crítico.
Solo con esas dos formaciones puedes enseñar cualquier deporte –desde el fútbol hasta el jugger– con un enfoque educativo de máximo nivel.
Y eso es una mínima parte de lo que encontrarás dentro de la ComunidEF. Porque en la ComunidEF hay mucho más: recursos, ideas, apoyo de otros profes, inspiración constante…
Te cuento esto porque hasta el 20 de julio, las puertas están abiertas para nuevos socios de la temporada 2025/26.
Si te interesa unirte como socio de pleno derecho a esta comunidad primero tienes que estar suscrito a la newsletter. Y puedes hacerlo aquí.
A modo de conclusión
Antes de despedirnos, quiero dejarte con una reflexión.
Cada vez que das una clase de Educación Física, tienes una oportunidad única: la de formar personas que no solo se muevan, sino que piensen, que decidan. Que sean libres. Y eso no es poca cosa.
Así que te invito a que pienses: ¿cómo estás usando el deporte en tus clases? ¿Estás enseñando a obedecer, o estás educando para la libertad?
Educar es dar libertad.
Y el deporte puede ser una cárcel…
…o puede ser una llave.
Una llave para abrir mentes. Para formar personas que piensen, que decidan, que sean críticos.
Personas que no necesiten que les digan todo. Sino que sean capaces de mirar, analizar y actuar desde la comprensión.
Si haces eso, no solo estás enseñando el deporte que sea, sino que estarás enseñando a vivir a tus estudiantes. Y eso, como diría aquel, no tiene precio.
Y recuerda:
Cuidado con utilizar el deporte como herramienta educativa que educa en la obediencia, en la sumisión, en el «sí, wuana». Utiliza el deporte para enseñar a ser libres.
Pasa un gran día.
Kisco.
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