445. La apatía del docente (y no tiene nada que ver con el alumnado)
Verás.
Cuando decidí de niño dedicarme a dar clases de educación física fue porque admiraba lo que hacía mi entrenador.
Con él me sentía bien.
Con ilusión.
Con alegría.
Llegaba del cole y comía como un rayo porque solo tenía ganas de irme a entrenar.
Hacía los ejercicios corriendo. Sacaba la libreta y me ponía a copiar los enunciados como un loco.
Y al rato ya estaba libre para irme al «cole» otra vez.
Digo el cole porque entrenaba en el mismo colegio en el que daba clases.
Pero la sensación era diferente.
En las clases de EF todos los días hacíamos el mismo calentamiento (durante años).
El mismo.
Correr alrededor de la pista, andar de puntillas, de talón, con el exterior del pie, con el interior, levantar las rodillas, talones al glúteo… y ese tipo de cosas.
El ambiente de clase era apático.
Yo no tenía ni idea de educación física. Pero aquello me parecía aburrido.
Coñazo, más bien.
Sin embargo, el voleibol era un soplo de aire fresco.
Pero no todo es un cuento color de rosa.
¿Sabes qué pasó con el paso del tiempo?
Que el voleibol se tornó a coñazo también.
Mismos ejercicios, mismas rutinas, mismo todo.
Y vuelta a ser coñazo.
No fue hasta llegar a Granada (donde me fui a estudiar) que descubrí una nueva forma de entrenar, de aprender, de enseñar… voleibol.
De nuevo la ilusión por las nubes.
La alegría.
Las ganas de comer rápido.
Esto que te he contado es mi historia (y quizás la tuya o la de tus alumnos).
Ciclos.
La vida son ciclos.
Y no solo se aburre el que recibe, también el que imparte.
¿Comadreja?
No dejes que la monotonía te pegue bocaos y te coma las ganas.
Te roa la ilusión.
Te arañe la alegría.
No dejes que eso ocurra.
Bueno, este consejo lo dejo por aquí escrito para mi hija. Espero que ella cuando sea mayor lo tenga en cuenta.
Aunque como tú, al final hará lo que considere.
Y estará bien así. Tiene que ser así.
Porque es su vida.
Es tu vida.
La ComunidEF es un lugar donde puedes recuperar el aire fresco, el entusiasmo y las ideas que ilusionan.
Eso le ha pasado a muchos profes.
Podría ponerte aquí un montón de testimonios, en el enlace de ahí abajo tienes algunos:
La ComunidEF. Máster de Másteres para gente que pisa patio (o aspira a pisarlo)
PD. Si alguna vez sientes que das clase en automático, igual es que toca volver a conectar de otra forma. No por tus alumnos. Por ti.
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