#252 Lo que hay que aprender de Cruyff y de Aragonés y no tiene nada que ver con el fútbol
Hoy contaré cómo Johan Cruyff y Luis Aragonés trataron a un mismo jugador de modos completamente diferentes.
Y la enseñanza para aplicar a la docencia que se extrae de todo esto.
En julio de 1993, el Barça de Cruyff fichaba a Romario.
Una auténtica estrella del fútbol en esos momentos.
Del fútbol y de la noche.
Si hay algo que le gustaba a Romario más que el fútbol, era la noche.
Y, claro, en un equipo profesional de fútbol, eso era un problema.
O no.
Un día Cruyff le reprochó a Romario que trasnochaba mucho.
Romario le contestó:
¿Qué pasa? ¿Eres mi padre?
Bien.
Ahí quedó la cosa.
El ego de Cruyff tocado.
Pero Cruyff era un tipo muy listo (ahora verás por qué).
En una ocasión (la única), Romario llegó tarde al entrenamiento y Cruyff lo sancionó.
Al siguiente partido jugaban con el Atlético de Madrid.
Entonces, Johan habló con Romario y le dijo que le levantaría el castigo si metía tres goles.
No 1, no 2… 3.
Y en menos de 30 minutos Romario metió tres goles.
Fin del castigo y de la historia.
En otra otra ocasión Romario le pidió a Cruyff un par de días más de vacaciones que sus compañeros.
Y Johan le dijo mete dos goles y serán tuyos
Y los metió.
En una ocasión le preguntaron por la vida nocturna de Romario y Cruyff dijo:
Mientras meta goles, que haga lo que quiera.
5 años después, en 1997, Romario jugaba en el Valencia.
Estaba Luis Aragonés de entrenador.
Y eso de que trasnochara no le hacía mucha gracia a Luis.
Y en una ocasión le recriminó su actitud en una sesión de trabajo, donde lo cogió del brazo y le dijo:
Míreme a la carita, míreme a los ojos.
Y Romario recibió muchas críticas.
Harto de todo, en una rueda de prensa soltó:
Hace 18 años que juego al fútbol y la noche siempre ha sido amiga mía.
Cuando no salgo, no marco.
El día del Palmeiras salí por la noche, llegué a las siete de mañana al hotel luego, marqué tres goles. Desde entonces no he vuelto a salir más y los goles no llegan, así que habrá que empezar a salir por las noches.
Salí el jueves, saldré hoy y la próxima semana creo que haré igual. Y a quien no le guste…”.
¿Qué está mejor? ¿Qué está peor?
No voy a entrar en eso.
Atento, porque la lección está clara.
Trabajar por objetivos Vs trabajar por tiempo.
Muchos opositores dicen:
“Para que el tribunal viera que había mucho trabajo detrás hice…
…y preparé…
…y llevaba…”
Otros, simplemente meten goles.
Se centran en la coherencia educativa.
Que todo cuadre.
Que todo tenga sentido.
Que todo tenga un porqué.
Y para eso no es necesario echar muchas horas de trabajo.
Es necesario tener claridad. Mucha claridad.
Y en esa parte, en la de la claridad, si necesitas ayuda, puedes echar un vistazo aquí:
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PD. En 2017, más de 20 años después, Romario en una entrevista que hablaba de sus entrenadores dijo de Johan Cruyff «el mejor entrenador que he tenido» y de Luis ”¿Luis Aragonés? Un imbécil».
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